miércoles, 13 de noviembre de 2013

Carmen Halffter...30 vestidos, 30 historias

Un año más podréis disfrutar de las creaciones de Carmen Halffter de esta temporada que servirán de inspiración a futuras novias, con la Exposición "30 vestidos, 30 historias".

En esta ocasión Carmen ha contado con la colaboración de 3 mujeres de la talla de Carmen Posadas, Marta Barroso y Teresa Berganza que han escrito unos relatos sobre mujeres y feminidad en los que se ha inspirado Carmen para crear unos vestidos muy especiales que también estarán expuestos. Los relatos son preciosos, comprobadlo vosotras mismas...


DE LA MANO

Mi idea de la feminidad no se parece a la de la mayoría de mis congéneres. Tal vez se deba a que no fui una niña muy femenina. No jugaba a las muñecas sino a los arqueólogos y a descubrir tumbas llenas de tesoros. Tampoco me gustaba saltar a la comba, prefería imaginar que era equilibrista en un circo porque me habían raptado unos cómicos ambulantes. Ni siquiera fantaseé jamás con casarme y tener niños, lo mío era jugar a indios y vaqueros. (Por supuesto yo era indio, ni siquiera india). Ahora que lo pienso, tampoco era yo tan rara. Las niñas de mi época preferíamos ser chicazos, porque era mucho más divertido, como también era más interesante y lleno de posibilidades ser hombre que ser mujer. Afortunadamente todo eso ha cambiado. Decía Lord Byron que el amor es para el hombre una parte de su vida pero es para una mujer su vida entera. Tal vez eso fuera cierto en el siglo XIX pero por fortuna no lo es en el XXI. Palabras como feminidad, matrimonio y amor ya no son la únicas parcelas que interesan a las mujeres por ser las que, según los cánones de antes, se les permitía brillar. ¿Quiere eso decir que yo no le doy valor a la pareja, al matrimonio? Al contrario. Creo que la unión de dos personas está entre las cosas más bellas que nos regala la vida. También me encantan todos los ritos con los que se celebra y sella dicha unión. Creo mucho en el valor de los símbolos, las liturgias, las ceremonias. Pero lo que más me gusta de todo se  puede sintetizar en una frase que vi un día escrita como un grafiti en la tapia de una vieja iglesia casi en ruinas:
Amar no es mirarse a los ojos sino mirar juntos en la misma dirección.

Carmen Posadas



CASI SALVAJE

Hace veintiún años que me casé. Puedo presumir de vivir un feliz “mártirmonio”, término que me enseñó mi adorado esposo. “A pesar de los pesares”, si vuelvo la vista atrás volvería a cometer exactamente el mismo acto de irresponsabilidad. Me volvería a casar con él. El hombre de mi vida. Lo que son las cosas. Eso sí, si tuviera la osadía de dejarme (¡que se le ocurra!) no volvería a vestirme de novia. Con una vez basta. Ese ritual lo volveré a vivir, si Dios quiere, junto a mi hija. Cuando llegue su hora. Sin ninguna prisa. Que el matrimonio es muy largo. Antes tiene que vivir intensamente, empaparse de vida, disfrutar y aprender. En libertad. Como es ella. Libre. Casi salvaje. Amante de la Naturaleza. Con mayúsculas. Y no excesivamente femenina. ¿Como su madre? Sí, en tantas cosas me recuerda a mí… Mejorada, por supuesto.

Sea como sea, su sueño, el que comparto, es casarse al aire libre, sin cánones establecidos, con un punto hippie, incluso, si es posible, descalza, sin “tacones”, como dicen ellas, las adolescentes, ese invento que estiliza y desestabiliza a la vez a todas las mujeres del mundo. ¿Qué tal en una isla bañada por el mar Mediterráneo? Marcada por esa luz que, al llegar el atardecer, dibuja el cielo con múltiples trazos de colores en los que se mezclan tantos tonos que no se sabe si manda el rojo, el amarillo, o alguna de las infinitas variantes del rosa. Mezclo la realidad con la ficción y me imagino algo parecido a la boda que marca el guión de esa maravillosa película, “Mamma Mia”, que tantas, tantísimas veces, he visto junto a mi hija. “Mamá, yo me quiero casar así”. Yo también hubiera querido. Ahora me conformo con hacer el papel de madre y la imagino con ese traje de vestir mío que tanto le gusta, largo, transparente hasta donde está permitido, s permitido, seces se lo ha probado. Marcando encillo, sexy, vaporoso, hippie. Muy hippie, como dice ella, que tantas veces se lo ha probado. Dejando al desnudo sus hombros tan marcados.

Qué envidia. Sí, que envidia. Tiene toda la vida por delante. Que sea feliz. Y que se case con el hombre adecuado. Que el matrimonio, aunque maravilloso, es largo, muy largo.

Marta Barroso


LIBERTAD Y AMOR
(Reflexiones del personaje Carmen de la ópera “Carmen” de Bizet, en el momento de su muerte.)

                  Al final puedo decir que he seducido, conquistado, querido, abandonado y perdido al hombre que he encontrado en mi vida con toda naturalidad. Sin límites, sin cortapisas, sin complejos. Escuchando y atendiendo a mis sentimientos. Desde la libertad. Sin atender a las razones que los otros me han querido imponer, sino a las mías, que me impulsaron a amar siempre, y a decidir libremente cómo y a quién amar en cada momento.
Pero no ha sido fácil. He pasado para ello por el desgarro y el dolor. He rasgado mi vestido, he deshilachado mi alma por el camino y he terminado por caminar descalza por la vida abrumada por la incomprensión, el juicio y la soledad. Todo por ser yo misma, Carmen. Libre como me hicieron.
Ahora, me parece increíble, me veo con este cuchillo que me atraviesa, vengativo, definitivo, quizá mortal. El precio de mi libertad, el precio de amar. He puesto por delante el amar en libertad y sin quererlo me he convertido en una heroína. Pero es que yo no he entendido nunca otra forma de vivir. ¿Nadie va a ayudarme? ¿Ninguno de los que estáis ahí mirando tendréis el valor de levantarme y devolverme la libertad de amar que este cuchillo me roba? Me cuesta respirar. Quisiera sobrevivir a este momento para unirme definitivamente a él amando libremente. Sólo así habrá valido la pena. Volvería a hacerlo aunque me fuera en ello la vida. Porque me ha ido en ello la vida…

Teresa Berganza

Estamos seguras que os encantarán todos los vestidos de novia, incluidos estos especialmente creados para la exposición. La edición del año pasado fue maravillosa ¡Y este año tampoco nos lo vamos a perder! 

Las historias se pueden coser y los vestidos escribir...

Del miércoles 13 al sábado 16 de Noviembre
Anticuario Mercedes Urquijo
Calle Bárbara de Braganza, 4
Madrid

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